
Presione levemente sus ojos hasta visualizar un punto de luz con los ojos cerrados, luego ceda la presión y mantenga los ojos cerrados hasta normalizar la corriente sanguínea.
Otra forma consiste en frotar las palmas de las manos hasta calentarlas, aplíquelas sobre los ojos y deje que el calor se transmita a los mismos, masajee suavemente.
Tambien puede hacerse lavados con té tibio en los ojos.