Curar y evitar los calambres

Tan inesperados como dolorosos, los calambres pueden hacerte pasar un mal momento. Se trata de una repentina contracción de uno o más músculos, que se produce de manera involuntaria y que se prolonga por un tiempo determinado, causando un dolor que puede ser leve o intenso.


¿Por qué se producen los calambres?

Son varios los motivos por los cuales se puede producir un espasmo o “tirón” muscular, desde movimientos bruscos, pasando por un esfuerzo prolongado (por ejemplo, exceso de ejercicio), por frío, y hasta como resultado de ciertas enfermedades o envenenamiento, donde se destacan los calambres de estómago.


Los expertos indican que no se deben confundir los calambres con las contracturas musculares que, pese a tener síntomas similares; estas últimas tienen una duración mayor, prolongándose entre cinco y diez días. Aunque resultan menos dolorosas.


Cómo curar y evitar los calambres

Curar y evitar los calambres

Para prevenir la aparición de calambres es recomendable aumentar el consumo de magnesio, nutriente que se encuentra presente en frutas como la mandarina, o en la lechuga de mar (Ulva Lactuca), una especie de alga característica del Océano Atlántico.


En esa misma línea, es conveniente incrementar la ingesta de potasio, que no solo está presente en la banana (plátano), la más citada cuando se habla de este nutriente; también aparece en la naranja o el tomate.


Por otro lado, la prevención de los calambres se puede lograr mediante una correcta sesión de estiramientos antes y después del ejercicio, no forzar demasiado los músculos al ejercitarse, y beber mucho líquido durante el trabajo de musculación. 


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